El Banco Central de Nicaragua (BCN) reveló que a partir del 30 de junio de 2024 las tarjetas de débito se han convertido en el método de pago más utilizado en el país. De los 2,9 millones de tarjetas en circulación, 2,2 millones corresponden a tarjetas de débito, lo que representa el 75,1% del total. En cambio, existen 685.947 tarjetas de crédito (23,4%) y 43.574 tarjetas prepago (1,5%).
El informe, titulado “Informe sobre Sistemas y Servicios de Pagos en Nicaragua”, destaca el incremento en el uso de instrumentos de pago y dinero electrónico, así como el mayor uso de una infraestructura de pagos que no depende de los servicios bancarios tradicionales. Ha habido un crecimiento tanto en el valor como en el volumen de las transacciones realizadas a través de los distintos sistemas de pago disponibles en el país.
Aunque la popularidad de las tarjetas de débito ha aumentado, el informe sugiere que todavía hay un número significativo de adultos que no utilizan estos servicios a finales de junio. Con 2,2 millones de tarjetas de débito en circulación, está claro que el uso de estos instrumentos de pago puede expandirse aún más.
Comparando las cifras actuales con las del año anterior, BCN reporta un aumento en el número de tarjetas activas: 2,9 millones en 2024 frente a 2,8 millones en el mismo periodo de 2023. Esto también supone un aumento del 52% frente a 1,9 millones de tarjetas. que fueron a finales de 2018.
Sin embargo, cuando se sitúa la situación de Nicaragua en un contexto regional, se observa que el país está rezagado respecto de Costa Rica. Según un estudio de McKinsey & Company, Costa Rica ha avanzado significativamente en la adopción de métodos de pago digitales, siendo uno de los países que menos utiliza efectivo en América Latina. La encuesta, realizada entre 2021 y 2023, muestra que solo el 28% de los costarricenses prefiere utilizar efectivo para sus transacciones.
Los bancos en Costa Rica ofrecen más de 90 trámites que los consumidores pueden realizar de forma digital, facilitando aún más la transición a los métodos de pago electrónico. Este cambio en las preferencias de pago ha permitido que las tarjetas de débito, las tarjetas de crédito y las billeteras digitales reemplacen al efectivo como la opción preferida para realizar compras.
En resumen, aunque las tarjetas de débito están ganando popularidad en Nicaragua, el país aún enfrenta desafíos para adoptar métodos de pago más modernos. La comparación con Costa Rica resalta la necesidad de avanzar hacia una mayor digitalización de los servicios de pago, lo que podría facilitar tanto la inclusión financiera como la eficiencia de las transacciones económicas. La evolución de estos hábitos de consumo será clave para el futuro desarrollo económico del país.